Diferencia entre un Ataque de Ansiedad y un Ataque de Pánico

Disclaimer: este blog no tiene la intención de reemplazar ningún tratamiento ni indicación médica. Toda la información que comparto aquí es basada únicamente en mi experiencia personal. Por favor busca ayuda médica y profesional a tu discreción.

El pasado 10 de octubre se celebró el día mundial de la salud mental y mucha información circuló ese día en las redes sociales y noticias a nivel mundial. Sin embargo, vi muchas dudas recurrentes de las personas donde preguntaban a expertos si el tener un Ataque de Pánico era igual que tener un ataque de Ansiedad, y la verdad es que son dos cosas diferentes. Por eso es que en esta publicación quiero explicar las diferencias entre ambas.

Hay mucha información variada acerca de lo que puede ser un ataque de ansiedad, y la verdad es que no hay definiciones 100% exactas, y las que hay difieren unas de las otras.

A mi modo de ver y según lo que yo he experimentado, un ataque de Ansiedad son aquellos episodios en los que una persona experimenta síntomas persistentes como: preocupación constante, estado de alerta y miedo o incertidumbre. Si dice que un ataque de ansiedad pudiera convertirse en crónico cuando la persona atraviesa por estos periodos por un tiempo prolongado (semanas y hasta incluso meses). Los ataques de ansiedad casi siempre están atados a un estresor en particular: una presentación importante o un trabajo estresante y demandante, un deadline en el trabajo, las finanzas y cuentas por pagar, entre otros.

En cambio, un Ataque de Pánico por lo general sucede por sorpresa, a veces no tiene un estresor especifico y no es prolongado sino más bien dura algunos minutos. Viene acompañado por síntomas físicos bien intensos como: palpitaciones severas, sensación de ahogo o falta de respiración, e incluso nausea.

También hay casos en los que una persona puede empezar teniendo un ataque de ansiedad y terminar con un ataque de pánico, si es que no pudo controlar el primero a tiempo. A mi esto me ha ocurrido. Lo viví estando en la universidad. Atravesaba por periodos de mucha ansiedad cuando se avecinaban los exámenes parciales y llegado el día del parcial me daban muchas veces ataques de pánico.

En definitiva, los ataques de ansiedad pueden ir ocurriendo de manera gradual mientras que los ataques de pánico ocurren de manera abrupta.

Algunas vivencias y experiencias durante la niñez pueden hacer también que existan personas más propensas a tener ataques de ansiedad y pánico, así como el haber presenciado algún evento traumático o sumamente estresante (ejemplo: un accidente de tránsito, un robo, la muerte de un familiar, etc.). Incluso las personas que sufren de depresión son propensas a tener ataques de ansiedad o de pánico, al igual que las personas que tienen algún tipo de adicción a drogas o alcohol.

Ahora bien, una persona que sea ansiosa no implica que obligatoriamente va a sufrir ataques de pánico en su vida. Esto se puede llegar a controlar en la medida en que la persona reconozca sus niveles de ansiedad y actúe en consecuencia.

El hacerse consciente de nuestros niveles de ansiedad y colocar la ansiedad en el asiento del co-piloto y no dejar que sea ella la que maneje el auto (nuestra vida) es lo que tenemos que buscar. Primero tenemos que reconocer que algo no anda bien y luego tomar las medidas necesarias.

En este blog seguiré compartiendo las técnicas, herramientas, alimentos y hábitos saludables que he estudiado y me han ayudado a controlar mis ataques de ansiedad. Si yo he podido hacerlo estoy segura que tu también.

Me interesa leerte y saber que otro tipo de información quisieras que compartiera en mi blog. Mándame un DM en Instagram a @youruniquebalance y cuéntame que quisieras saber acerca de los ataques de ansiedad o déjame saber como te puedo ayudar.